Hoy día estoy en camino a Madrid desde Granada, donde he sido testigo a su hermosura y su historia maravillosa. Desafortunadamente, esta ciudad—una de las mejores en el mundo en mi experiencia limitada—también ha sido testigo a un conflicto que ha acosado este mundo por siglos. Por eso, esta joya de una ciudad me ha inspirado y bendecido, pero también provocado muchos sentimientos de vergüenza, tristeza, y miedo para el mundo actual.
Para ellos que no sepan, Iberia, antes de ser España, fue una tierra en que convivían Judíos, Musulmanes, y Cristianos en paz. En el siglo XIII, la mayoría de España era conquistado por los Cristianos, pero Granada siguió un reino Musulmán hasta el final del siglo XV unos 250 años más que otras partes de Iberia. En 1492, fue conquistado por los Reyes Católicos; el último paso en formar lo que hoy es España.
A pesar de la violenta Conquista Cristiana, este milagro de una ciudad sigue siendo testigo al valor de la cultura y herencia Musulmana. Por ejemplo, hace cinco siglos había más derechos para las mujeres en el Corán que en la Biblia Cristiana. También, para ellos son muy importantes sus principios de generosidad y la modestia en cuanto a poder y riqueza, desde los cuál nosotros los Cristianos podríamos aprender mucho. Además, usaron las matemáticas y las ciencias para buscar un entendimiento del Dios, porque Dios y el conocimiento eran igual para ellos. Nosotros hoy día hemos experimentado una guerra fría entre la religión y las ciencias, como si no fueran compatibles.
En España, el país de mi corazón, han ocurrido algunos de los peores actos que jamás han sucedido en el nombre de Jesús. Yo no puedo ni imaginar un número para todas las personas que han muerto por no ser Cristiano. Empezó con los Reyes Católicos y siguió por generaciones. Luego, el dictador Franco también forzó su propio entendimiento de mi religión querido en la población de España, y aún más murieron o se huyeron.
Los Estados Unidos, el país de mi nacimiento, mi familia y mi herencia, ahora está a punto de cruzar una línea hacia la misma dirección. Una cantidad estupefaciente de nuestra población vive en miedo de que "los otros"—sean Mexicanos, Musulmanes, Negros, Mujeres, homosexuales, transexuales—los superaran de alguna manera. Sobre todo, hay un miedo que los Cristianos van a ser las victimas de "terrorismo islámico" y no sé que. Pero han olvidado su Historia que compruebe que nosotros hemos sido los agresores por siglos y siglos; no los víctimas. Si tenemos tanto miedo de la persecución, ¿porque seguimos mostrándolo a otros?
Quiero clarificar que yo digo todo lo procedente desde una perspectiva Cristiana, aunque una perspectiva muy progresiva también. Yo creo en Dios y en Jesús Cristo, y sé que me ha bendecido muchísimo, sobre todo por su Sacrificio Santo y Salvación. Sin embargo, yo creo que Él mira a cada ser en esta tierra con amor y benevolencia no importa quienes sean. También pienso que Jesús ha llorado por muchas equivocaciones--muchos pecados--que se han cometidos en su Nombre Santo. Él tiene que llorar por el odio, el miedo y el irrespeto que existe en algunos corazones—los mismos corazones en que él reside. Y yo creo también que él quiere que no repitamos esos errores de nuevo. La manera para guiar otros hacia Él y su Salvación tiene que ser pavimentado con amor, generosidad, respeto y misericordia.
También hablo desde una perspectiva intelectual. Cuando el imperio Musulmán se cayó en Iberia, también perdimos muchos conocimientos que habían desarrollado. Millones de libros, las primeras Universidades de Europa, geometría, poesía, y más. Yo creo también en el poder del conocimiento y el entendimiento, y creo que son invalorables no importa de cual cultura vienen. Borrarlos así también tiene que ser un pecado. Es increíblemente arrogante creer que nuestro entendimiento y nuestras creencias—religiosas, científicas, culturales o históricas—sean superiores a las que tienen otros. Siempre podemos aprender de cada uno.
En cinco siglos, otro viajero joven también será testigo. Nosotros, ahora, tenemos que decidir: "¿Testigo a qué?"
A pesar de la violenta Conquista Cristiana, este milagro de una ciudad sigue siendo testigo al valor de la cultura y herencia Musulmana. Por ejemplo, hace cinco siglos había más derechos para las mujeres en el Corán que en la Biblia Cristiana. También, para ellos son muy importantes sus principios de generosidad y la modestia en cuanto a poder y riqueza, desde los cuál nosotros los Cristianos podríamos aprender mucho. Además, usaron las matemáticas y las ciencias para buscar un entendimiento del Dios, porque Dios y el conocimiento eran igual para ellos. Nosotros hoy día hemos experimentado una guerra fría entre la religión y las ciencias, como si no fueran compatibles.
En España, el país de mi corazón, han ocurrido algunos de los peores actos que jamás han sucedido en el nombre de Jesús. Yo no puedo ni imaginar un número para todas las personas que han muerto por no ser Cristiano. Empezó con los Reyes Católicos y siguió por generaciones. Luego, el dictador Franco también forzó su propio entendimiento de mi religión querido en la población de España, y aún más murieron o se huyeron.
Los Estados Unidos, el país de mi nacimiento, mi familia y mi herencia, ahora está a punto de cruzar una línea hacia la misma dirección. Una cantidad estupefaciente de nuestra población vive en miedo de que "los otros"—sean Mexicanos, Musulmanes, Negros, Mujeres, homosexuales, transexuales—los superaran de alguna manera. Sobre todo, hay un miedo que los Cristianos van a ser las victimas de "terrorismo islámico" y no sé que. Pero han olvidado su Historia que compruebe que nosotros hemos sido los agresores por siglos y siglos; no los víctimas. Si tenemos tanto miedo de la persecución, ¿porque seguimos mostrándolo a otros?
Quiero clarificar que yo digo todo lo procedente desde una perspectiva Cristiana, aunque una perspectiva muy progresiva también. Yo creo en Dios y en Jesús Cristo, y sé que me ha bendecido muchísimo, sobre todo por su Sacrificio Santo y Salvación. Sin embargo, yo creo que Él mira a cada ser en esta tierra con amor y benevolencia no importa quienes sean. También pienso que Jesús ha llorado por muchas equivocaciones--muchos pecados--que se han cometidos en su Nombre Santo. Él tiene que llorar por el odio, el miedo y el irrespeto que existe en algunos corazones—los mismos corazones en que él reside. Y yo creo también que él quiere que no repitamos esos errores de nuevo. La manera para guiar otros hacia Él y su Salvación tiene que ser pavimentado con amor, generosidad, respeto y misericordia.
También hablo desde una perspectiva intelectual. Cuando el imperio Musulmán se cayó en Iberia, también perdimos muchos conocimientos que habían desarrollado. Millones de libros, las primeras Universidades de Europa, geometría, poesía, y más. Yo creo también en el poder del conocimiento y el entendimiento, y creo que son invalorables no importa de cual cultura vienen. Borrarlos así también tiene que ser un pecado. Es increíblemente arrogante creer que nuestro entendimiento y nuestras creencias—religiosas, científicas, culturales o históricas—sean superiores a las que tienen otros. Siempre podemos aprender de cada uno.
En cinco siglos, otro viajero joven también será testigo. Nosotros, ahora, tenemos que decidir: "¿Testigo a qué?"